Foto: Anton Ostapenko es trasladado a un centro de detención preventiva en Sharypov (abril de 2019)
En Sharypov, un creyente fue encarcelado durante 2 meses por hablar sobre temas espirituales
Territorio de KrasnoyarskEl 24 de abril de 2019, Inga Gavritskaya, jueza del Tribunal de la ciudad de Sharypovsky del territorio de Krasnoyarsk, decidió detener a Anton Ostapenko, un conductor de central eléctrica de 28 años, por un período de dos meses. Fue detenido durante los registros masivos en las casas de los creyentes que tuvieron lugar en toda la ciudad el 19 de abril. Según la investigación, el creyente es "el organizador de las actividades de una organización extremista" (parte 1 del artículo 282.2 del Código Penal de la Federación de Rusia).
El caso fue abierto el 19 de abril de 2019 por Y. Fedynyak, investigador principal del departamento de investigación del distrito de Sharypovsky del Comité de Investigación de Rusia para el Territorio de Krasnoyarsk. Los cargos se basan en transcripciones de conversaciones sobre la Biblia hechas en una cámara de video oculta en la casa de uno de los creyentes.
Teniendo en cuenta la petición del investigador para la detención de Ostapenko, el juez ignoró los argumentos del abogado de que no se encontraron instrumentos ni rastros del crimen durante el registro en su apartamento. La decisión del tribunal no se vio afectada por el hecho de que el acusado es caracterizado positivamente por todos los que lo conocen, nunca ha sido procesado y está cuidando a su madre discapacitada.
El 19 de abril de 2019 se llevaron a cabo registros en Sharypov en un total de 10 casas de creyentes. Se utilizó un esquema similar: grupos de agentes del FSB y del Comité de Investigación bloquearon a personas pacíficas y desarmadas en sus casas, les quitaron todos sus dispositivos electrónicos y Biblias (incluso en la traducción sinodal), les prohibieron hablar entre ellos y los interrogaron. Algunos fueron detenidos y llevados al departamento de investigación. Los creyentes informaron que experimentaron un gran estrés, algunos tenían enfermedades complicadas.
Los agentes del orden público en Sharypov, siguiendo a sus colegas de otras ciudades de Rusia, llegaron a la conclusión errónea de que las actividades religiosas habituales de los ciudadanos (leer la Biblia, rezar) son "una continuación de las actividades de una organización extremista". Las organizaciones internacionales, el Consejo de Derechos Humanos e incluso el Presidente de Rusia han llamado repetidamente la atención sobre esta práctica cruel y sus tristes consecuencias.