Un tribunal superior confirmó la sentencia de prisión para Dennis Christensen

El 23 de mayo de 2019, un panel de tres jueces del Tribunal Regional de Oriol confirmó el veredicto del Tribunal de Distrito de Zheleznodorozhny inferior, según el cual Dennis Christensen fue condenado a 6 años en una colonia de régimen general por su fe. Fue declarado culpable en virtud del artículo 282.2.1 del Código Penal. Ahora el creyente se prepara para ser trasladado a una colonia desde el centro de detención preventiva número 1 de la región de Oriol, donde ya ha pasado casi dos años. Mientras tanto, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos se dispone a examinar su denuncia con la participación del Gobierno danés como persona interesada.

"Hoy ha quedado claro que las declaraciones de las autoridades rusas ante las instituciones internacionales de que la liquidación de las entidades legales de los testigos de Jehová "no contiene una restricción o prohibición de practicar las enseñanzas anteriores individualmente" no son más que astucia", dijo Yaroslav Sivulsky, representante de la Asociación Europea de los Testigos de Jehová. "Como hemos visto, para condenar a una persona por extremismo y atentado contra el orden constitucional, y luego castigarla a la par de ladrones y asesinos, los agentes de la ley solo necesitan demostrar que cree en Dios de manera incorrecta y atraparlo leyendo la Biblia. Tales decisiones judiciales se conocen desde los tiempos bíblicos. En Rusia, experimentamos todo esto en los años soviéticos. Pero, como demuestra la historia, no se logrará ninguno de los objetivos por los que se ha puesto en marcha un mecanismo de represión tan duro.

Dennis Christensen ha estado bajo arresto desde el 25 de mayo de 2017, convirtiéndose en el primer testigo de Jehová en la Rusia moderna en ser encarcelado por su fe. La historia de este caso penal y sus consecuencias se describen en el video de 11 minutos "El caso Christensen. Una fe que está por encima de los muros de la prisión". También puedes encontrar una crónica detallada del proceso.

Tras la detención del danés, en todas las regiones del país comenzaron los registros y detenciones en masa de otras personas a las que los organismos encargados de hacer cumplir la ley consideraban extremistas sólo por su religión. Decenas de ciudadanos rusos y otro extranjero están en la cárcel o bajo arresto domiciliario en causas penales similares a la de Orel. Actuando de acuerdo con un solo modelo, los organismos encargados de hacer cumplir la ley inician casos contra civiles que se reunieron para orar y leer la Biblia en casas particulares.

Organizaciones internacionales y rusas de derechos humanos ya se han pronunciado en apoyo de Dennis Christensen, cuyo caso es considerado por muchos como un precedente. Dinamarca intervino como tercero en el caso Christensen c. Rusia, pendiente ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El creyente fue reconocido como preso de conciencia por la organización rusa Memorial y la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos. La Unión Europea pidió la "liberación inmediata e incondicional" de Christensen. La ONU se pronunció en el mismo sentido y pidió a las autoridades rusas que liberen a todas las personas detenidas por sus creencias religiosas pacíficas.