Las primeras condenas en la región de Kemerovo han sido dictadas contra dos testigos de Jehová. Ambos fueron condenados a cuatro años de prisión

El 2 de septiembre de 2020 concluyeron los procedimientos judiciales de 14 meses contra los testigos de Jehová Sergey Britvin y Vadim Levchuk en la ciudad de Beryozovsky. El tribunal los declaró culpables y los condenó a prisión en la colonia penal con algunas restricciones adicionales. Ya habían pasado 520 días en prisión preventiva y 250 días bajo arresto domiciliario.

Los dos Testigos son hombres de familia. En el momento de la detención de Vadim Levchuk, de 48 años, su hijo aún era menor de edad. Sergey Britvin tiene 55 años y está registrado como discapacitado de categoría 2. En el pasado, antes de su investigación criminal, ambos trabajaban en empresas mineras. Levchuk trabajaba en una mina y Britvin trabajaba como conductor de un vehículo de transporte pesado. Sus vidas cambiaron por completo en julio de 2018, cuando se llevó a cabo una ola de registros domiciliarios de testigos de Jehová en su ciudad. Durante los allanamientos, una mujer resultó herida por vidrios rotos. Dos días después, el Tribunal de Distrito de Tsentralniy de Kemerovo dictaminó poner a Britvin y Levchuk en prisión preventiva. Pasaron un tiempo en SIZO-1 en Kemerovo y SIZO-4 en Anzhero-Sudzhensk.

La investigación fue llevada a cabo por el Departamento de Investigación de la Sede Regional de Kemerovo del FSB. No pudieron encontrar a una sola víctima ni a nadie que hubiera sufrido daños como resultado de la actividad de los acusados. Los investigadores consideran que organizaron la actividad de una organización extremista (párrafo 2 del artículo 282, apartado 1, del Código Penal de la Federación de Rusia) simplemente para hablar de temas espirituales con sus amigos. En el centro de la causa penal se encuentran las pruebas aportadas por un "testigo secreto" cuyo nombre no ha sido revelado por la fiscalía. Como consecuencia de ello, los Testigos no han podido ejercer su derecho a defenderse de los cargos (imposibilidad de hacer preguntas más concretas a un testigo, imposibilidad de ver su reacción y asegurarse de que no responde de acuerdo con las instrucciones de otros). El fiscal del estado recomendó que el tribunal condenara a ambos hombres a 6,5 años de prisión. Se negaron a declararse culpables e insisten en que la ley no prohíbe practicar su religión.

Después de pasar 4 años en la colonia, se les prohibirá ocupar ciertos puestos durante otros 3 años, y también estarán sujetos a 1 año de restricciones.

De los 18 meses que pasaron en prisión preventiva, los últimos 6 meses fueron ilegales. Este hecho fue admitido tardíamente por el Octavo Tribunal de Casación de Jurisdicción General en diciembre de 2019, dos meses después de que el recién formado sistema de tribunales de casación comenzara a funcionar en Rusia.

De la decisión del tribunal se desprende claramente que los organismos encargados de hacer cumplir la ley y los tribunales de la región de Kemerovo siguen convencidos de que los ciudadanos de la región no pueden profesar la religión de los testigos de Jehová, a pesar de que el artículo 28 de la Constitución de la Federación de Rusia garantiza este derecho. Los testigos de Jehová en Rusia insisten en que no tienen nada en común con el extremismo. El gobierno ruso confirmó que las decisiones de los tribunales rusos de liquidar y prohibir la actividad de sus organizaciones "no dieron una evaluación de las enseñanzas de los testigos de Jehová, y no contienen ninguna restricción o prohibición sobre la profesión individual de la enseñanza indicada anteriormente".

La decisión del tribunal no ha entrado en vigor. Los creyentes apelarán en su contra.