Primera pena de prisión después de la decisión del Pleno: un testigo de Jehová, Aleksandr Nikolayev, condenado a 2,5 años de prisión

El 23 de diciembre de 2021, Nikolay Surmach, juez del Tribunal de Distrito de Abinsk del Territorio de Krasnodar, declaró culpable a Aleksandr Nikolayev, de 48 años, de participar en las actividades de una organización extremista y lo condenó a 2 años y 6 meses en una colonia de régimen general.

El veredicto no ha entrado en vigor y será apelado. El creyente insiste en su completa inocencia.

Aunque no hay una sola víctima en el caso y todo lo que se le imputa a Nikolayev es una asistencia a un Servicio Divino con lectura del libro Génesis sobre el nacimiento de hijos y una hija para Jacob, el fiscal pidió al tribunal que impusiera una sentencia al creyente en forma de prisión de 3 años en una colonia de régimen general. 3 años de prohibición de actividades para la organización de asociaciones religiosas, y 1 año de restricción de la libertad.

Aleksandr Nikolayev tiene muchos hijos. Él y su esposa Evgeniya tienen tres hijos adultos y dos hijas adoptivas en edad escolar. En abril de 2021, se llevó a cabo un registro en la casa de Aleksandr Nikolayev y su familia. El personal del FSB, acompañado por policías antidisturbios, incautó libros, dispositivos electrónicos, dibujos infantiles y una postal con un pasaje bíblico.

El creyente se enteró de que el 31 de marzo de 2021, el Departamento de Investigación del Distrito de Abinsk abrió un caso penal en su contra en virtud de un artículo extremista. Nikolayev fue interrogado en el Comité de Investigación y puesto en libertad bajo acuerdo. Casi seis meses después, el 30 de septiembre de 2021, Aleksandr fue citado nuevamente para ser interrogado, pero en su lugar fue detenido y enviado a un centro de detención preventiva por decisión judicial.

El 16 de julio de 2021, el caso fue transferido al Tribunal de Distrito de Abinsky del Territorio de Krasnodar. Durante el juicio, la parte de la defensa descubrió una falsificación de la acusación, así como la falsificación de algunos materiales del caso.

Desde abril de 2020, el Tribunal de Distrito de Abinsk ha dictado sentencias condenatorias contra ocho testigos de Jehová, entre ellas dos mujeres, Anna Yermak y Olga Ponomareva. Todos ellos fueron condenados a penas de prisión reales, cuatro ya están cumpliendo sus condenas. La pena máxima: 7 años y medio de prisión, fue impuesta a Aleksandr Ivshin, de 64 años, suegro de Aleksandr Nikolayev.

"Es paradójico que después de la decisión del Pleno de la Corte Suprema, que resolvió la cuestión y decidió poner fin a la persecución de los creyentes comunes simplemente por sus creencias religiosas, un tribunal de distrito continúe dictando veredictos de culpabilidad, ignorando la naturaleza vinculante de la decisión del Pleno", Yaroslav Sivulskiy, representante de la Asociación Europea de Testigos de Jehová, comentó el veredicto. "Dos mujeres recibieron penas de prisión absurdas: 5 y 4,5 años. Esperamos que estas sentencias injustas sean anuladas en apelación".

Vladimir Ryakhovskiy, miembro del Consejo de Derechos Humanos del Presidente de la Federación de Rusia, considera un error creer que la represión obligará a los testigos de Jehová a renunciar a sus creencias religiosas. El activista de derechos humanos señala: "Un verdadero creyente nunca se quedará callado, siempre hablará de sus puntos de vista. Por lo tanto, en este sentido, los testigos de Jehová no pueden ser silenciados. Así como antes se celebraban los Servicios Divinos, también se celebrarán en el futuro. Toda su historia da fe de ello. Son los únicos entre todas las confesiones religiosas que no apoyaron al Tercer Reich. Fueron los primeros en ser perseguidos por los nazis en la década de 1930 en Alemania. Persecuciones similares [de los testigos de Jehová] tuvieron lugar en la Unión Soviética bajo Stalin".

El 28 de octubre de 2021, el Pleno del Tribunal Supremo de la Federación de Rusia aclaró que los Servicios Divinos de los Testigos de Jehová, sus rituales y ceremonias conjuntas no constituyen en sí mismos un delito según el artículo 282.2 del Código Penal de la Federación de Rusia, a pesar de la liquidación de sus personas jurídicas.