Aleksandr Serebryakov durante una audiencia judicial, diciembre de 2021
Aleksandr Serebryakov aún no ha cumplido la condena condicional por su fe, pero recibió una segunda sentencia: cinco años de prisión
MoscúEl 13 de diciembre de 2024, Olga Karamysheva, jueza del Tribunal de Distrito de Savyolovskiy de Moscú, declaró a Aleksandr Serebryakov culpable de financiar las actividades de una organización extremista. Esta es la segunda sentencia que recibe un creyente a causa de sus actividades religiosas.
Desde agosto de 2022, Serebryakov cumple una condena condicional de seis años: el Tribunal de Distrito de Golovinsky de Moscú lo declaró culpable de organizar las actividades de una organización extremista para celebrar servicios de culto. Antes de este veredicto, el creyente había estado en un centro de detención preventiva durante más de un año y medio. Volvió a estar entre rejas en septiembre de 2023 tras una nueva serie de registros en varios distritos de Moscú y en la región de Moscú. En total, Serebryakov pasó 3 años en la sala de aislamiento.
El segundo caso está bajo la consideración del tribunal desde septiembre de 2024. Aleksandr fue acusado de violar el artículo 282.3 (1) del Código Penal de la Federación Rusa por proporcionar alimentos a los creyentes que participaban en un evento de adoración prolongado. A esto, Aleksandr respondió: "[Fue] asistencia específica a personas específicas que... Además, si divides la cantidad que me imputas por el número de creyentes, obtendrás 250 rublos por persona. Es imposible comprar un almuerzo de negocios en Moscú con este dinero, ¿de qué tipo de financiación podemos hablar? Esto es absurdo", continuó el acusado: "La investigación no ha establecido ningún hecho que indique que yo financié a alguna persona jurídica".
En la familia de Aleksandr Serebryakov, otras dos personas se enfrentaron a la persecución por su fe: su suegra y su suegro, los Krutyakov, Zinaida y Yuriy. Fueron condenados a dos años y tres meses y seis años en suspenso, respectivamente. "Todo esto resultó en estrés, dolor, lágrimas y enfermedades", dijo Aleksandr. Durante su primer encarcelamiento en un centro de detención preventiva, sobrevivió al covid con una etapa crítica de daño pulmonar y un difícil período de rehabilitación. En su último discurso, el creyente se dirigió a su anciana madre: "No he hecho nada malo ni ilegal. No soy culpable ante la ley, ni ante el Estado, ni ante Dios... Me has criado bien. Se me juzga por mi amistad con Dios y mi deseo de complacerlo".
En Moscú, de los 18 testigos de Jehová acusados, 10 fueron condenados a largas penas de prisión.