Valeriy Klokov y su esposa, Nataliya, el día del veredicto, febrero de 2025
Valeriy Klokov y su esposa, Nataliya, el día del veredicto, febrero de 2025
El tribunal dictaminó en el caso de Valeriy Klokov, testigo de Jehová del territorio de Altái: tres años de prisión
Territorio de AltáiEl 7 de febrero de 2025, el juez del Tribunal del Distrito Industrial de Barnaul, Dmitriy Malikov, condenó a Valeriy Klokov a tres años de prisión. El tribunal consideró que las palabras sobre la necesidad de vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios eran "propaganda de exclusividad y superioridad [...] Los testigos de Jehová".
Klokov se enfrentó a un proceso penal en julio de 2023. Luego, el Departamento del Comité de Investigación de la Federación Rusa para el Territorio de Altai abrió una causa penal contra él. La casa del creyente fue registrada, él mismo fue enviado a un centro de detención temporal durante dos días, y luego bajo arresto domiciliario durante un año. En ese momento, el investigador Yevgeniy Kozuchenko acusó a Klokov de organizar las actividades de una organización extremista (parte 1 del artículo 282.2 del Código Penal de la Federación Rusa). El caso llegó a los tribunales en julio de 2024, al mismo tiempo que la medida de restricción para el hombre se cambió por una prohibición de ciertas acciones.
El creyente no está de acuerdo con el veredicto. "Me duele escuchar que las acciones dictadas únicamente por el amor a Dios y al prójimo están siendo interpretadas como una amenaza para la sociedad", dijo en la corte. "Las acusaciones en mi contra no solo me parecen injustas, sino que también ensombrecen quién soy como persona".
Según Valeriy, en la adolescencia, fue su fe en Dios la que le ayudó a no pisar un camino peligroso cuando perdió a sus padres. En ese momento, tuvo que cuidar a su abuela enferma y a un hogar numeroso, mientras se graduaba con honores de las escuelas de educación general y música. La abuela de Valeriy todavía está bajo su cuidado.
Debido a la persecución penal, Valeriy Klokov perdió su trabajo y la oportunidad de mantener a su familia, y el arresto domiciliario tuvo un efecto perjudicial en su salud. Pero trata de no desanimarse y encontrar lo positivo en sus circunstancias.
En el territorio de Altái, nueve personas ya han sido procesadas, dos de ellas se encuentran en una colonia penal.