Igor Prityko
Igor Prityko
Dos años y medio suspendidos por residente de Birobidzhan. La 27ª condena de uno de los Testigos de Jehová por un tribunal local
Área Autónoma JudíaEl 14 de noviembre de 2025, el tribunal condenó a Igor Prityko, de 55 años, a una condena suspendida, reconociéndolo como participante en las actividades de una organización extremista. El propio creyente se declaró no culpable y calificó la persecución como una manifestación de "rechazo a las creencias religiosas".
"Por la naturaleza de mi trabajo, me comunico mucho con la gente y trato de centrarme en los rasgos positivos de una persona. Me ayudó... ganarse la reputación de socio fiable, de interlocutor receptivo y amable", dijo Prityko, quien ha cambiado de profesión en el ámbito de la construcción y la reparación a lo largo de su vida. "Ayudando a la gente a encontrar esperanza para el maravilloso futuro prometido por Dios, me convertí en la persona más feliz. Todo esto, Señoría, es mi contribución para mantener la paz en la sociedad", añadió, destacando la incompatibilidad de su estilo de vida con el extremismo.
Birobidzhán es una de las ciudades rusas con el mayor número de casos penales contra los Testigos de Jehová: en el momento de la publicación de esta noticia, había 24 de ellos (iniciados contra 28 personas). Cuatro creyentes fueron enviados a una colonia penal y 21 personas recibieron sentencias suspendidas. La persecución de Igor Prityko comenzó en el invierno de 2024: los agentes de la ley realizaron la primera búsqueda y, al año siguiente, tras otra redada, el investigador del Comité de Investigación de la Federación Rusa, D. Emelianenko, abrió un caso penal contra el creyente. Poco después comenzó el juicio en el Tribunal de Distrito de Birobidzhan, presidido por la jueza Svetlana Zemtsova.
Igor creció en una familia numerosa y, siendo el hijo mayor, estaba acostumbrado a cuidar de sus seres queridos desde la infancia, pero con el inicio de la investigación se volvió más difícil hacerlo. "No trabajo mucho, y toda la carga económica recayó sobre los hombros de mi mujer", explicó el creyente la situación y añadió: "Aunque una vida activa se ralentizó debido a varias restricciones y se volvió difícil mantener a la familia, no necesitábamos nada. La desgracia nos ha unido. Hay menos alboroto y más tiempo para la familia."

