Biografía
En abril de 2019, se abrió un caso penal contra Valeriy Maletskov, de Novosibirsk, en virtud de un artículo extremista por leer la Biblia y orar a Jehová Dios. Su casa fue registrada, tras lo cual el hombre estuvo bajo arresto domiciliario durante seis meses. Después de casi dos años de juicios, el creyente fue sentenciado a 6 años de prisión.
Valeriy nació en 1974 en Novosibirsk, donde vivió toda su vida. Era el único hijo de la familia. De niño tuvo muchas aficiones: ingeniería de radio, tocar la guitarra, fotografía, ajedrez, así como varios deportes, el principal de los cuales fue la esgrima en la que recibió una categoría deportiva.
Cuando era adolescente, Valeriy se interesó seriamente en lo espiritual. En particular, quería saber por qué había tantas religiones en el mundo. Como resultado de búsquedas activas, encontró respuestas a todas sus preguntas en la Biblia, que se convirtió en un libro de referencia para él.
Valeriy trabajó como acabador, carpintero-fabricante de muebles, e inmediatamente antes de la persecución penal en el sector de servicios del territorio del centro de negocios.
En 2004, Valeriy se casó con Marina, tuvieron un hijo, Rostislav. La pareja recibió agradecimientos en repetidas ocasiones por criar a su hijo. Rostislav tiene medallas y certificados por logros deportivos. A toda la familia le encanta la pesca submarina, y Marina complace a sus amigos tocando el piano.
Los familiares y amigos de Valeriy están indignados por la forma en que agentes de policía armados irrumpen en las casas donde la gente simplemente lee la Biblia. Debido a la persecución de Valeriy, su familia se quedó sin un sostén de familia, y las preocupaciones sobre las necesidades urgentes recayeron sobre los hombros de su esposa y su madre discapacitada.
"Los testigos de Jehová, como eran personas amantes de la paz y respetuosas de la ley, siguen siéndolo", dijo Valery en la corte. "Nuestra posición como creyentes sinceros es sencilla: queremos ser fieles a nuestro Dios Jehová en todo. No hay absolutamente ninguna intención maliciosa en esto, la destrucción del orden constitucional, y más aún un crimen. Es un derecho constitucional y un derecho no puede ser un delito".